El proceso se proyecta en un mínimo de 4 sesiones, presenciales, de 1,30h. de duración las dos primeras, con las siguientes características:
- En la 1ª sesión se realiza un estudio biomecánico a través del cual se investiga y analiza la postura corporal, las tendencias y hábitos en la manera de colocar el cuerpo en el espacio y en relación a la gravedad, la alineación del esqueleto y la tensión muscular en todas las partes del cuerpo. (Imprescindible aportar los informes y pruebas médicas de que se disponga. De lo contrario, y según los casos, será preciso obtener un diagnóstico médico antes de poder continuar). También se explorarán las posibilidades de movimiento, el estado general y el nivel de energía del cuerpo. La entrevista personal que se realiza servirá además para conocer las inquietudes y necesidades de la persona, para definir el objetivo de su práctica y poder así diseñarla con un carácter completamente personalizado. El alumno debe entonces comprometerse a dedicar a su práctica unos 20-30 minutos diarios, en un plazo inicial de dos meses, para poder alcanzar el objetivo.
- En la 2ª sesión -lo antes posible tras la primera, normalmente 1 semana-, se enseña al alumno y se practica con él el programa de Yoga que se habrá diseñado de acuerdo con toda la información recogida en la anterior, personalizado de acuerdo a las necesidades y capacidades de la persona a fin de obtener unos resultados óptimos. La práctica se entrega impresa para que el alumno la realice en casa hasta la siguiente sesión.
- Las 3ª y 4ª sesión -sesiones de control, la 3ª a las dos semanas de la 2ª y la 4ª a las tres semanas de la 3ª- tendrán una duración de 60 minutos, y en ellas se realizará con la terapeuta la práctica diseñada, para la eventual corrección de su realización, la modificación, en su caso, de alguno/s de sus elementos, el cambio, supresión o introducción de otros… todo ello según los resultados obtenidos hasta el momento, según se haya ido comunicando a la terapeuta.
Estas dos sesiones de control se consideran el mínimo necesario para que la práctica quede completamente personalizada y adaptada, con todas las variaciones que su realización pueda requerir. En función de las necesidades, se fijará conjuntamente la frecuencia (quincenal, mensual…) con la que, en cada caso, puedan ser necesarias ulteriores sesiones de control.